lunes, 3 de octubre de 2011

Escuelas y Colegios de Quito, comprometidos con la no-violencia


“No más violencia”, decían los carteles con los que l@s pequeñ@s del prekinder del Pensionado Roosevelt concluyeron una breve y también dolorosa dramatización: la violencia intra-familiar. Ya sus compañer@s un poco más grandes habían presentado en Código de Convivencia de la escuela, un código que incluye a chic@s, docentes, famillias y personal administrativo, con sus derechos y deberes. Un código sin sanciones, un código como oportunidad de reflexión y cambio para cada un@, elaborado de común acuerdo y compartido por tod@s. Los más pequeñ@s dejaron claro que la convivencia en las familias no es siempre como desearían: amorosa, paciente, con autoridad pero con buen trato, dos características que pueden muy bien ir de la mano. Finalmente, en un trabajo creativo, otro grupo de niñ@s nos mostró cómo habían transformado dos juegos tradicionales y competitivos, en juegos totalmente cooperativos y sumamente divertidos, como un modo de trabajar la colaboración y el esfuerzo colectivo, desde el juego. Un modo de ir eliminando la competencia y la eliminación del contrario como un valor.

Mientras esto sucedía en el auditorio, en los jardines del Museo Nacional de Medicina se habían instalado ya las mesas informativas y los espacios nuevos que se habían previsto en el último día de Feria para la participación de las escuelas y colegios de Quito, varios de ellos participantes en la Red de Escuelas asociadas a la Unesco. Así, a los jardines del Museo llegaron a lo largo de la mañana cerca de 400 niños, niñas, adolescentes y jóvenes. L@s chic@s del Colegio Berkeley se instalaron con sus carteles, frases en torno a la no-violencia en el colegio y  juegos para trabajar valores de la convivencia y los compartieron con los l@s estudiantes de los demás establecimientos educativos, quienes con alegría y desparpajo participaron en la propuesta de no-violencia del Berkeley.

Otra carpa más había sido ocupada por el Colegio Friedrich Gauss, con videos, escenografía, carteles y muchísimo entusiasmo, compartieron con grandes grupos de estudiantes lo que han sido sus procesos de trabajo con la no-violencia dentro del colegio, la experiencia personal, la colectiva, los resultados, las diferencias y su convicción, total convicción en torno a la importancia de trabajar esto, ojalá en todos los colegios. Además, traían canciones: el ritmo de rap se tomo por unos minutos los jardines y, con letras llamando a la paz y la no-violencia, a la justicia social y al sentido de la vida, grandes y pequeñ@s se fueron congregando en el césped. Mientras un@s disfrutaban el graffiti, otr@s disfrutaron el Tai-chi y otros más, la elaboración de pinturas y de objetos con material reciclabe.

De esta manera, ocho establecimientos educativos de la ciudad de Quito se tomaron, literalmente, el último día de la Primera Feria de Iniciativas No-Violentas.









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